Esta frase, que muchos lo utilizan para insultar a los cordobeses, no hacen otra cosa sino halagarnos con su intento de insulto, debido a su procedencia. Para entender esta frase, tenemos que remontarnos a la Edad Media. El noble y señor de las tierras que ocupaban sus plebeyos tenían ciertos beneficios sobre ellos. En aquella época existía el conocido "derecho de pernada" , que consistía en que si una pareja de plebeyos querían casarse, el noble tenía derecho a tener la primera relación sexual con la plebeya, antes de casarse, para dar el visto bueno. En el caso que el noble no se sintiera atraído por la plebeya, pedía una ofrenda. Además, el noble también podía arrebatarles sus hijos para someterlos a trabajos gratuitos en el feudo. Los nobles eran considerados "hombre de bien", pero realmente no eran "de bien", sino gente cruel que hacían lo que querían aprovechándose de sus beneficios. En el año 1476, en Fuenteovejuna, pueblo de la provincia d
Córdoba, ciudad Patrimonio de la Humanidad